Las ventas de alcohol aumentan de forma sustancial durante el confinamiento. según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, respecto las mismas fechas del año anterior, la compra de cerveza aumentó el 70,1%, el vino el 62,6% y las bebidas espirituosas el 79,3%. En redes sociales la actividad de la industria alcoholera es frenética y triplica la del año pasado en las mismas fechas.
El consumo de alcohol no solo dificulta la convivencia y puede generar episodios violentos, la lista de consecuencias negativas para la salud es considerable. El alcohol provoca 3 millones de muertes anuales y esta relacionado con 200 enfermedades.
El riesgo para nuestra salud es todavía más preocupante en época de coronavirus ya que:
❌Debilita el sistema inmunitario y, por consiguiente, reduce la capacidad para hacer frente a las enfermedades infecciosas.
❌ Aumenta la posibilidad de sufrir una neumonía.
❌ Incrementa la probabilidad de sufrir de estrés respiratorio agudo (SDRA), una de las complicaciones más graves de la COVID-19.
El estrés y el aburrimiento pueden incrementar su consumo durante el confinamiento. Habrá quienes piensen que el aumento del consumo es temporal y está vinculado al confinamiento, pero se calcula que el 20% de los que beben diariamente ahora es posible que no puedan dejar de consumir cuando el confinamiento termine. Los cambios estructurales y funcionales de las neuronas producidos por el repetido consumo harán de este un hábito.
La OMS, después de las muertes producidas a raíz del bulo que el alcohol cura el coronavirus que ha acabado con la intoxicació de centenares de personas en todo el mundo, ha elaborado un documento sobre el tema. Además de advertir sobre los riesgos que entraña el alcohol para el organismo y desaconsejar su consumo, recomienda mantener unas rutinas, hacer ejercicio para distraernos y reforzar el sistema inmunitario, evitar la exposición a publicidad y mantener el contacto con nuestros seres queridos.
Fuente: www.lasdrogas.info