Los expertos alertan del falso mito: “El cannabis fumado nunca será medicinal”
Mezclarlo con el tabaco lo hace aún más peligroso, pues potencia la adicción y complica la desintoxicación.
Sube el consumo de cannabis en España
«Yo sólo fumo cannabis». Ésta es una de las más comunes y peligrosas mentiras en el mundo de las drogas. El cannabis no viene solo, casi siempre se consume mezclado con tabaco, lo que multiplica la adicción y complica la desintoxicación. El problema se agrava cuando los porros actúan como puerta de entrada a otras sustancias. «La cultura del porro inocuo e incluso terapéutico es falsa», subraya Joseba Zabala, médico de Salud Pública,
En pleno «fenómeno del porro», Zabala alerta sobra la interacción entre el cannabis y el tabaco, sobre la cual la población no tiene consciencia, ya que «la gente fuma porros sin la idea de que también fuma tabaco». «Tenemos la evidencia de que esa unión entre el cannabis y el tabaco no es casual y tiene unas consecuencias que, quizás, los fumadores del cannabis no son conscientes de ellas y que son, básicamente, una potenciación de la capacidad adictiva del propio cannabis porque mezcla dos sustancias. Estamos hablando de un policonsumo, es decir, da más adicción», alerta Zabala.
Los datos del Plan Nacional sobre Drogas del año pasado constatan que 165.000 jóvenes se iniciaron primariamente con el cannabis y 145.000 con el tabaco. «Eso significa que hoy en día hay más chavales que van conociendo el humo a través del cannabis más que del tabaco», alerta el experto, que también es miembro de Évict (Evidencia Cannabis Tabaco).
Las conclusiones del último informe de Évict advierten de las consecuencias de esta poliadicción en las consultas de los médicos de cabecera. «Nos encontraremos con que el modelo de cesación de tabaquismo que tenemos ahora -una persona adulta, que quiere dejar el tabaco con 35, 40 o 50 años- va a cambiar muchísimo porque cuando vengan a nuestras consultas van a traer una doble adicción, que tenemos que saber cómo manejarlo y eso es precisamente lo que el grupo Évict ha analizado, con apoyo del Plan Nacional sobre Drogas», señala.
Muchos piensan que hacerse porros de cannabis con tabaco no tiene la menor trascendencia. Que es una mezcla y ya está. Pero no es así. Cada uno construye su porro de una determinada manera, con una determinada boquilla y esto tiene sus consecuencias en la salud… «Hemos visto que normalmente en España, los jóvenes fuman el porro sin filtro -lo que se llama fumar a cartón- y eso hace que la mezcla del cannabis y el tabaco alcance las vías respiratorias a una velocidad y una temperatura muy elevada. Eso hace que la absorción a nivel alveolar sea muy rápida y, al mismo tiempo, más dañina porque la temperatura de absorción es mucho mayor que si llevara un filtro. Y eso, puesto en los pulmones y en el organismo de un joven es tremendo».
Otra cosa que hace el tabaco al cannabis en esa unión es potenciar el riesgo y producir un daño mayor. «Pero que nadie piense que el cannabis es inocuo porque solo también lo produce, ojo». Recalca que «cualquier droga fumada produce una combustión que es especialmente cancerígena y la gente tiene que ser consciente de ello».
Fuente: elmundo.es