Científicos de la Universidad de Granada (UGR) han demostrado en un estudio “por primera vez” que el cannabis “no solo produce esquizofrenia, como se sabía hasta ahora” y habían apuntado hasta la fecha diversos trabajos científicos, sino “todo tipo de trastornos mentales en general”.
Así lo ha dado a conocer la UGR en un comunicado sobre una investigación, que muestra “por primera vez que el cannabis es un factor de riesgo no ya sólo para la esquizofrenia, sino para trastorno mental en general”.
Se trata de un estudio epidemiológico, desarrollado sobre una amplia muestra representativa la provincia de Granada, formada por 1.200 sujetos, en el que se encuentra una prevalencia de trastorno mental del 11% de los encuestados. Este estudio ha sido aceptado para su publicación en la revista americana ‘Journal of Nervous and Mental Disease’
Los trastornos más frecuentes son los de ansiedad (9%) y los de tipo depresivo (8%) que, además, frecuentemente, coinciden en la misma persona. El estudio también encuentra que el 1,8% de la población sufre un trastorno adictivo, el dos por ciento presentó un trastorno psicótico, y un 3,6% tenía un trastorno de la personalidad.
Factores de riesgo
El estudio ‘Granadep’ también abordó la identificación de factores de riesgo para trastorno mental y encontró que este riesgo era mayor en personas con el mencionado consumo de cannabis.
El estudio es, además, “el primero en demostrar, en una muestra poblacional y valorando trastorno mental en general, que el riesgo de dicho trastorno es mayor en personas con mayores niveles de un rasgo de personalidad, el neuroticismo o inestabilidad emocional, y en aquellas con peor nivel de funcionamiento cognitivo”.
Otros factores de riesgo de trastorno mental identificados fueron una peor salud física, la adversidad social, el paro y determinados factores hereditarios.
Los autores de este proyecto han publicado también este año otros dos artículos internacionales derivados del mismo proyecto y centrados en dos enfermedades mentales concretas, la psicosis y la depresión.
Fuente: psiquiatria.com