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Día Mundial para la Prevención del Suicidio

El 10 de septiembre, Día Mundial para la Prevención del Suicidio, se fomentan en todo el mundo compromisos y medidas prácticas para prevenir los suicidios. Cada día hay en promedio casi 3000 personas que ponen fin a su vida, y al menos 20 personas intentan suicidarse por cada una que lo consigue.

A finales de febrero de 2017 el Instituto Nacional de Estadística ha publicado las cifras sobre las causas de  fallecimientos en España en 2015. El suicidio se mantuvo como la primera causa de muerte externa, con 3.602 fallecimientos, 2680 hombres y 922 mujeres. Por detrás se situaron las caídas accidentales y  muertes por accidentes de tráfico.

¿Quién está en peligro?

Si bien el vínculo entre el suicidio y los trastornos mentales (en particular los trastornos relacionados con la depresión y el consumo de alcohol) está bien documentado en los países de altos ingresos, muchos suicidios se producen impulsivamente en momentos de crisis que menoscaban la capacidad para afrontar las tensiones de la vida.

Andoni Anseán, presidente de la Sociedad Española de Suicidología, considera que estamos viviendo un fenómeno de “psiquiatrización de la vida cotidiana”, cuyos efectos obligan a la población a medicarse a causa de todos los problemas del devenir de la vida, desde la pérdida de un trabajo a la ruptura con una pareja, sin dejar pasar el duelo natural.

La psiquiatrización de la vida cotidiana significa, según Andoni, que se patologizan procesos normales, como el duelo, las separaciones afectivas, las pérdidas de trabajo o las crisis económicas y, por tanto, puede medicalizarse a personas sanas, que están respondiendo de una manera natural a situaciones conflictivas propias del devenir de la vida. En otras palabras, es un proceso de medicalización de la vida en el que se corre el riesgo de psiquiatrizar la infelicidad.

La OMS  calcula que en 2020, La depresión será la primera causa de años vividos con discapacidad, lo que afectará a la capacidad de producción de las economías desarrolladas y, sobre todo, en el sufrimiento de las personas.

“La depresión, la ansiedad y el insomnio son los tres problemas de salud mental con mayor incidencia y prevalencia entre la población”

Es necesaria una labor mundial de concienciación de que el suicidio es una de las grandes causas prevenibles de muerte prematura.

El Sistema Nacional de Salud tiene el reto de abordar los problemas de salud mental en general y especialmente aquellos que realmente no son patológicos. La incorporación de psicólogos en Atención Primaria que hagan una labor de cribado en la derivación a la Atención Especializada (Salud Mental), es una vía de solución, además del aprendizaje de la gestión emocional desde la infancia o la normalización de procesos vitales estresantes.

Fuente: publico.es

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