Un estudio publicado en The British Journal of Psychiatry, sobre la dependencia a las benzodiacepinas (tranquilizantes y fármacos contra el insomnio), revela que el 45% de los pacientes ha conseguido superar en unos meses su adicción de años a estas pastillas rebajando paulatinamente la dosis.
Las Benzodiacepinas son unos fármacos psicotrópicos que actúan sobre el sistema nervioso central, y que son prescritos ampliamente en la atención primaria para tratar el insomnio y la ansiedad de carácter transitorio. Pero su uso a largo plazo se asocia con resultados adversos de salud y dependencia. Están indicados para tratamientos que no superen las cuatro semanas, porque se trata de fármacos que crean adicción y que, aunque este límite no está del todo claro, pueden provocar episodios de dependencia a partir de la cuarta semana de su toma.

Además de la tolerancia y dependencia, también existe mayor riesgo de accidentes automovilísticos, caídas y fracturas de cadera en los ancianos, así como deterioro cognitivo y de la memoria, además recientemente, el uso a largo plazo de benzodiazepinas se ha asociado con demencia y con un aumento de la mortalidad global.
Según la investigadora que lidera el estudio, Caterina Vicens, “Los pacientes que dejan de tomar estas pastillas para dormir o estos tranquilizantes de forma abrupta desarrollan un síndrome de abstinencia ya que los fármacos provocan cambios fisiológicos en el cerebro. Por norma general se manifiesta con insomnio, ansiedad e irritabilidad, lo que provoca en definitiva que el paciente quiera seguir tomándolos y su consumo se vuelva crónico”
La investigación
El estudio se llevó a cabo con 530 personas que llevaban de medios sesenta meses –cinco años– tomando tranquilizantes y somníferos. La investigación fue diseñada por investigadores de Atención Primaria de Mallorca sobre la dependencia a las benzodiacepinas. Y consiste en un ensayo clínico en el que han participado 75 médicos de familia de tres comunidades autónomas, (Islas Baleares, Cataluña y Comunidad Valenciana). El estudio concluye que la retirada gradual de estos fármacos acompañada de un seguimiento controlado es más eficaz para la deshabituación que el tratamiento habitual.
Implicaciones del estudio
Un porcentaje considerable de las poblaciones de la mayoría de los países europeos están tomando benzodiazepinas a largo plazo. Si los médicos de cabecera implementan las breves intervenciones de este estudio, estos pacientes, especialmente los ancianos, se beneficiarían de la reducción de los riesgos de sus eventos adversos más frecuentes, como la dependencia, las caídas, las fracturas y el deterioro cognitivo.
Fuente: diariodemallorca.es